Internet se inserta en un marco de continuos desarrollos e innovaciones. Es difícil evaluar la relevancia de los cambios que permanentemente se introducen, máxime en una filosofía como la del open source, libre de presiones de tipo comercial y caracterizada por el tamiz de la libre evaluación y aceptación de los usuarios. Pero lo cierto es que Internet ha evolucionado progresando hasta lo que Tim O'Reilly denominó hace relativamente poco “web 2.0”, término que ha hecho fortuna en la red y que viene a sintetizar, en mi opinión, el comienzo de una etapa de mayor madurez.
Internet: una etapa de mayor madurez
No es un cambio concreto, tampoco un salto tecnológico o algo que sea perceptible en un sitio. Es una tendencia, una actitud de los usuarios, la creciente convergencia entre tecnología y usuario, la percepción con la que son vistos los contenidos, la forma de enfocar los proyectos y negocios en la red, entre otros aspectos.
Una publicidad contextual insertada en miles de sites (por ejemplo, Adsense) no sólo supone un cambio respecto a sistemas de publicidad online vigentes en el pasado, quizás dentro de poco hablemos de una revolución publicitaria y de lo que ha supuesto para muchos sitios web este nuevo sistema. Hace cuatro años se hablaba de páginas personales de unos pocos, ahora de blogs masivos y de una “blogosfera” capaz de provocar el interés de profesionales, políticos y medios de comunicación. Pero publicidad contextual y blogs constituyen solo una pequeña muestra.
De esta progresiva evolución casi nada se ha librado. De la Británica online hemos pasado a la Wikipedia; del Akamai al BitTorrent; del interés por los dominios a la optimización del posicionamiento en buscadores; del botón de favoritos en mi navegador a My del.icio.us; del Outlook progresivamente al Gmail; del enlace a la sindicación de contenidos; de Ofoto a Flickr; de la edición a la participación,; del concepto de portal a Google personalizado o a Netvibes, etc. (Ver What Is Web 2.0)
La evolución descrita adquiere tal entidad que en la propia industria del software liderada por Microsoft vislumbra un futuro no muy lejano donde el software y las aplicaciones que usualmente necesitamos estarán en la red en vez de en nuestros ordenadores personales. El caso del procesador de textos Writely, recientemente adquirido por Google es altamente significativo.
Una tecnología que potencia la interactividad: Ajax
El Internet el término de “edición” ha sido eficientemente complementado con el de “participación”. La filosofía de los blogs con la interactividad como exponente inunda el mundo de la red. Y la tecnología –o tecnologías- Ajax supone un cambio cualitativo importante a la hora de dotar a las páginas web de un potencial extraordinario de información a medida, interactividad y participación.
Si tiene instalada en su navegador la barrita Google podrá acercar el ratón a una palabra en inglés en la página que le muestra su navegador y obtener de forma inmediata la traducción sin cambiar de página. Es la tecnología que Google también ha incorporado a sitios tales como Google Suggest, Google Maps, Gmail, etc. Google está apostando decididamente por Ajax y esto tendrá implicaciones para el conjunto de la red. Los usuarios exigirán progresivamente a los sitios web su potencial interactividad.
En síntesis, en materia de tecnología, Ajax puede constituir un salto tecnológico que permita insertar un nuevo diseño, una capacidad comunicativa con los usuarios mucho más potente y una pujanza creativa considerable con interacciones (hoy ya realidad a través de zooms en los mapas, listas de mensajes desplegados, información en tiempo real).
Percibo que tendremos que cambiar la forma en la que hacemos en la actualidad nuestras páginas web, dando al usuario la posibilidad de que maneje la información, la reestructura o la redefina a su gusto. Sugiero al lector como experimento que rediseñe esta página: netvibes.com.
Universidades, Internet y la web 2.0
En realidad, la presente reflexión deseaba llegar a este punto. El protagonismo de las universidades en la sociedad de la información parece obvio. Fueron pioneras en su despegue y en muchos de los desarrollos más relevantes: protocolos, bibliotecas digitales, objetos de aprendizaje, contenidos abiertos, espacios inalámbricos, open source, Internet 2... Pero ¿están evolucionado las universidades satisfactoriamente en el uso de la red?.
Es una pregunta abierta a la que no voy a dar respuesta. Sí me gustaría señalar que sería interesante aprovechar todo el potencial que se deriva de la madurez del usuario en la red, de las enseñanzas que emanan del paso de la web 1.0 a la web 2.0. Las actividades universitarias quizás deban enriquecerse trabajando en la dirección de las propuestas y desarrollos aceptadas “culturalmente” por los usuarios.
Nuestros campus virtuales, nuestros recursos de aprendizaje, los servicios universitarios existentes en la web pueden enriquecerse de forma relevante. Lo importante sería, en todo caso, asumir la necesidad de evolucionar en una dirección y con una filosofía expuesta con claridad en el ámbito de la red en su conjunto.
Digo esto bajo la convicción de que las enormes expectativas que Internet levantó a finales de la pasada década, con la web 2.0 y tecnologías como Ajax, están mucho más cerca de ser alcanzables.
Andrés Pedreño MuñozInstituto de Economía InternacionalUniversidad de Alicante
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